Rebelión en la Granja, de George Orwell

Rebelión en la Granja, de George Orwell

Antes de morir, el Viejo Mayor, el cerdo más sabio de la Granja Solariega, cuenta a todos los animales de la granja su visión de un mundo igualitario y feliz; un mundo en el que, todos los animales son iguales entre ellos, la comida es abundante, el trabajo es justo y no humanos que se aprovechen de su trabajo. Días después de la muerte del Viejo Mayor, los animales de la Granja Solariega, encabezados por el cerdo Bola de Nieve, aprovechan un descuido del Granjero Jones y se rebelan, tomando el control de la granja. El futuro se ve esperanzados para todos los animales, pues les espera la utopía soñada por el Viejo Mayor.

El hombre es el único ser que consume sin producir. No da leche, no pone huevos, es demasiado débil para tirar del arado y su velocidad ni siquiera le permite atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos los animales. Los hace trabajar, les da el mínimo necesario para mantenerlos y lo demás se lo guarda para él. (Discurso del Viejo Mayor)

Los cerdos, después de organizar los pensamientos del Viejo Mayor, crearon el sistema político del Animalismo; un sistema en el que, todos los animales son iguales y que busca la paz y la tranquilidad de todos los habitantes de la Granja Solariega. Y, al ser los animales más inteligentes, forman la primera junta de gobierno de la Granja Animal, como llamaron a la granja después de la rebelión. Al principio, todos los animales eran iguales entre sí, y los temas de interés colectivo eran votados en la asamblea de los domingos. Pero… poco a poco, los cerdos empezaron a asemejarse a los humanos, llevándolos a crear un gobierno totalitario disfrazado de animalismo

De algún modo parecía como si la granja se hubiera enriquecido sin enriquecer a los animales mismos; exceptuando, naturalmente, a los cerdos y los perros.

Rebelión en la Granja (Animal Farm) es una pequeña novela, en la que, George Orwell narra, a manera de fábula, la manera en la que se perdieron los ideales de la Revolución Rusa, a favor de Iósif Stalin y los demás miembros del Partido Comunista. Una fuerte crítica al gobierno totalitario y la manera en la que, este se dedicó a manipular a las masas a través de la propaganda política, la represión de la KGB y la manipulación de los documentos históricos, entre otros factores de control.

Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.

Por otro lado, aunque hoy en día, Rebelión en la Granja es considerado como una de las 100 mejores novelas de habla inglesa por la revista Time, en su época sufrió de una fuerte censura por parte del gobierno inglés; y es que, aunque la historia más reciente nos habla de las fricciones entre el mundo Comunista y el Capitalista, durante la Guerra Fría; este libro fue escrito durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la URSS era aliada de Inglaterra en los combates contra Alemania. De hecho, en el ensayo La Libertad de Prensa, escrito por Orwell como un prefacio tardío a su novela, el autor habla de cómo su libro fue rechazado por cuatro editores diferentes; una de ellas, gracias a la recomendación del Ministerio de Información. Y, por lo mismo, aunque el libro se publicó hasta 1945, cuando la guerra estaba terminando, no se volvió popular hasta pasado 1950 (después de la muerte del autor), cuando el gobierno de EE.UU. empezó a usar esta fábula como propaganda anticomunista.

 Ahora me doy cuenta de cuán peligroso puede ser el publicarlo en estos momentos porque, si la fábula estuviera dedicada a todos los dictadores y a todas las dictaduras en general, su publicación no estaría mal vista, pero la trama sigue tan fielmente el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país, con exclusión de cualquier otro régimen dictatorial. Y otra cosa: sería menos ofensiva si la casta dominante que aparece en la fábula no fuera la de los cerdos. (Carta enviada a Orwell por uno de los editores)

Pero Orwell no era un pensador anticomunista. De hecho, era un comunista de hueso colorado. Miembro del Partido Obrero de Unificación Marxista, dedicó gran parte de su vida a participar activamente en los movimientos comunistas y anarquistas ingleses… incluso participó en la Guerra Civil Española, luchando en las trincheras de comunistas, con la firme idea de “matar fascistas porque alguien debe hacerlo”. Entonces… ¿Por qué decidió escribir un relato como el de Rebelión en la Granja?

Aquellas escenas de terror y matanza no eran lo que ellos soñaron aquella noche cuando el Viejo Mayor, por primera vez, los incitó a rebelarse.

La respuesta es sencilla. Porque el Estalinismo está muy lejos del ideal del comunismo real. En el mismo ensayo Libertad de Prensa, y en muchos de los ensayos enlistados en varios de sus libros (recomiendo Ensayos y Why I Write), así como en Homenaje a Cataluña (donde narra sus vivencias durante la Guerra Civil Española), menciona el cómo es que el mismo comunismo, especialmente el Estalinismo, ha cuarteado la libertad y la igualdad; señalando, especialmente, la manera en la que la propaganda incide directamente en la manipulación de la población.

De repente los animales se sintieron presos de una vaga inquietud. “Nunca tener trato con los humanos, nunca dedicarse a comerciar, nunca usar dinero”, ¿no fueron esas las primeras resoluciones adoptadas en aquella reunión triunfal después de haber expulsado a Jones?

Rebelión en la Granja es una de es una historia tan divertida como reflexiva. Una pequeña fábula que, cuenta de manera muy didáctica, cómo es que los ideales de revolución pueden perderse fácilmente, gracias a la ambición humana; una verdad que terminaría plasmando en una contundente frase de 1984: No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. Por todo esto, y mucho más, Rebelión en la Granja es uno de esos libros que todo el mundo, sin importar su visión ideológica del mundo, debe leer. Además, no es sólo un libro crítico que muestra la cruda realidad de los gobiernos y revoluciones, sino que también atrapa a los lectores desde las primeras páginas, mientras narra la manera en la que se va descomponiendo la igualdad de los animales.

La gran mayoría de los intelectuales británicos había estimulado una lealtad de tipo nacionalista hacia la Unión Soviética y, llevados por su devoción hacia ella, sentían que sembrar la duda sobre la sabiduría de Stalin era casi una blasfemia. Acontecimientos similares ocurridos en Rusia y en otros países se juzgaban según distintos criterios. (George Orwell en Libertad de Prensa)

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