Cuando piensas en fantasía lo primero que se piensa es magos y brujas en un ambiente europeo, es muy fácil caer en esto, porque es a lo que estamos acostumbrados.
JY Yang nos tiene una excelente propuesta, con un concepto de magia muy diferente al que estamos acostumbrados, en un mundo cruel y más bien basado en mitología china.
Además de este cambio escenario, los autores nos presentan personajes no binarios (cómo la autora) ya que es un mundo en el que al nacer no tienes una identidad y la eliges (o no) en una edad ya más avanzado, por siempre vistiendo durante su infancia en colores y tipo de ropa neutrales. Todo un cambio de aire.
La novela corta nos presenta a Mokoya y Akeha, los hijos gemelos de La Protector, quién los vende a un monasterio. Mokoya rápidamente desarrolla un poder profético mientras que Akeha podía ver los hilos que movían los motivos de los adultos.
La historia se mueve a una velocidad acelerada presentandonos la magia, personajes y subtramas que al final serán parte de la serie The Tensorate (al final esta novela corta es parte de una introducción -en dos libros- de una serie) por lo tanto en ocasiones se siente un poco apresurada, pero la verdad es que no falta la emoción en las situaciones varias que se van desarrollando.
Recomiendo esta novela para cualquiera que quiera leer algo fresco en el género de fantasía.