El 19 de octubre del 2017, el Observatorio de Haleakala, en Hawái, detectó uno de los objetos interestelares más extraños jamás vistos, el hoy llamado Oumuamua o “mensajero” u “explorador”. En un inicio fue catalogado como un cometa, sin embargo, conforme la comunidad científica fue observando el comportamiento de este objeto, más extrañas eran sus características.
En este sentido, el catedrático de Astronomía en Harvard, Avi Loeb, y uno de los astrofísicos más respetados del planeta, refirió que Oumuamua era la evidencia que confirmaba la vida y tecnología extraterrestre, lo que provocó uno de los debates científicos más acalorados en los últimos años.
Recientemente, el astrofísico publicó Extraterrestre. La humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra, un interesante ensayo sobre diversas teorías alrededor de este singular objeto, que dejó perpleja a gran parte de la comunidad científica. En días pasados, Avi Loeb concedió una entrevista a México Lector para platicarnos sobre este polémico libro.
Avi, muchas gracias por la entrevista, quisiera empezar por preguntarte ¿está preparada la humanidad para tener contacto con vida e inteligencia extraterrestre?
AL: En realidad es la comunidad científica quien no está lista para tener contacto con seres extraterrestres, no es un tema urgente para ellos porque simplemente no están observando lo que pasa en el cielo. Necesitamos un sentido más de realidad como en su momento lo hizo Galileo, empezar a ver a través del telescopio. Hoy en día para la humanidad, tener contacto con vida extraterrestre sería un shock psicológico muy fuerte.
Loeb ha sido uno de los principales críticos del conservadurismo dentro de la ciencia, en su libro, señala y cuestiona el por qué no se está investigando e invirtiendo en donde se debe.
Habiendo tantas posibilidades de que exista la vida extraterrestre ¿por qué la comunidad científica se niega a investigarlo?
AL: Por muchas razones, una es porque la comunidad científica se encuentra reticente a buscar vida extraterrestre inteligente gracias a su conservadurismo, es una práctica muy común que usan para minimizar la cantidad de errores que comenten durante su carrera.
Hoy en día, un joven astrofísico tiene más posibilidades de acabar consiguiendo un puesto fijo en Harvard si estudia la existencia de multiversos, que si busca pruebas de vida extraterrestre, es una lástima porque los científicos jóvenes suelen tener más imaginación durante los primeros años de carrera.
Sin lugar a dudas, Oumuamua se convirtió en un hito sin precedentes dentro de la ciencia y la física, alrededor de este objeto interestelar ocurrieron un sinfín de anomalías que a continuación el astrofísico nos detalla.
En primer lugar, nunca habíamos observado un objeto como Oumuamua, es un objeto interestelar confirmado, este hecho por sí solo es algo histórico; un aspecto importante fue el reflejo de la luz solar, que varió por un factor de diez en cada ocho horas, esto nos hizo pensar que era una silueta alargada, con una longitud de al menos cinco o diez veces superior a su anchura; también el objeto pasó muy cerca del Sol, esto querría decir que había de tener una temperatura de superficie muy caliente, algo que la cámara de infrarrojos del Telescpio Espacial Spitzer hubiera podido ver, sin embargo no se detectó que desprendiera ningún calor; también este objeto despedía una luminosidad extraña, como mínimo diez veces más que los asteroides o cometas típicos del Sistema Solar; y finalmente, 9 de septiembre de 2017, Oumuamua giró en torno al Sol a unos 300,000 kilómetros por hora, tomó impulso con la gravedad del astro y salió despedido en otra dirección. A partir de ahí siguió su trayecto por el sistema solar y hacia el exterior de nuestra galaxia. Las leyes universales de la física nos permiten predecir cuál debería ser la trayectoria de un objeto concreto a medida que viaja alrededor del Sol, pero Oumuamua no se comportó como esperaba.
Más allá de la luminosidad, la temperatura y el reflejo de la luz solar, que ya de por sí son desconcertantes, fue el cambio de dirección que tomó Oumuamua lo que sacudió a la comunidad científica, este detalle llevó a Avi Loeb a pensar junto con otros científicos a desarrollar en 2018 la Hipótesis de la Vela Solar, que básicamente consiste en crear una nave espacial ultraligera que funcione como un velero en el mar, sólo que en este caso el impulso sería a través de las ondas solares. Uno de los científicos que apoyó y se involucró en las teorías y proyectos de Loeb, fue Stephen Hawking, quien en 2016 dio uno de los discursos que más ha impresionado a Loeb a lo largo de su carrera. Al respecto nos contó lo siguiente:
Unas pocas semanas después de anunciar la Iniciativa Starshot en 2016, el primer centro del mundo para el estudio interdisciplinario de agujeros negros, mi familia y yo invitamos a Stephen Hawking y a algunos compañeros a la casa. De todas las palabras que se dieron esa noche, las de Stephen fueron las que más me impresionaron.
Palabras de Stephen Hawking:
La semana pasada en Nueva York, Avi y yo anunciamos una nueva iniciativa sobre nuestro futuro en el espacio interestelar. El proyecto Breakthrough Starshot intentará construir una nave espacial que lleve al 20% de la velocidad de la luz. A esa velocidad, yo habría llegado desde Londres en menos de un cuarto de segundo. Con la tecnología que desarrollará el proyecto – haces de luz, velas solares y la nave espacial más ligera jamás fabricada –, se podrá llegar a Alfa Centauri en sólo veinte años. Hasta hoy, únicamente hemos podido observar las estrellas a distancia. Ahora, por primera vez, podremos alcanzarlas.
Para todos los interesados en la ciencia y en la búsqueda de vida extraterrestre, sin lugar a dudas el libro Extraterrestre, de Editorial Planeta, es una mirada al fenómeno interestelar más importante de la humanidad. No se trata de un libro lleno de conceptos inentendibles y fórmulas matemáticas impronunciables, se trata más bien de la explicación de un fenómeno trascendental en la vida humana a través de situaciones cotidianas como recoger una concha en el mar, o salir a correr 10 kilómetros por la mañana.
Finalmente, el catedrático de Harvard cerró con una frase que me pareció fantástica, como el mismo Oumuamua.
Hay tantas cosas que no sabemos, que a menudo me pregunto si es que alguna otra civilización nos consideraría seres inteligentes.