En su sección de curiosidades, El Rotativo de Florø, Noruega, publicó la historia sobre un velero de quince metros de eslora que había sido encontrado por un grupo de pescadores entre los fiordos noruegos de Reksta y Helle. La embarcación flotaba a la deriva, en medio de la neblina, sin mostrar ningún rastro de vida, como si fuera un barco fantasma. Cuando los guardacostas lograron abordar el velero, descubrieron que en su interior se encontraba el cuerpo momificado de un hombre que permanecía sentado frente a la mesa del camarote, como si estuviera esperando su destino pacientemente. La identidad del hombre era desconocida y el único indicio de su identidad se encontraba en una vieja fotografía que sostenía en su mano.
…le advirtió que si su amor por el mar era mayor que el de su familia, tal vez debería quedarse a bordo para siempre.
A miles de kilómetros de distancia, Santiago Besser fue detenido en las costas de Quintana Roo, México. El cubano estaba tripulando una embarcación registrada en EE.UU. y como robada. Además, al detenerlo, descubrieron que estaba transportando mercancía de contrabando. En la sala de interrogatorios el oficial Teurel, un hombre de edad muy avanzada como para seguir perteneciendo a la Marina, empezó a cuestionarlo sobre la embarcación, el contrabando, su familia y, sobre todo, Susana Lutzhoff. ¿Susana Lutzhoff? Santiago nunca había escuchado ese nombre…
¿Sabe que en Cuba se prohibieron las creencias religiosas por muchos años? Por ser ideas antirrevolucionarias… Yo creo, más bien, que el comandante quería que solo lo adoraran a él, ¡que si la religión es el opio del pueblo, hasta la victoria siempre, patria o muerte venceremos, y el coño de su madre!
¿Cuál es la relación del capitán Teurel con Santiago Besser? ¿Por qué está buscando a Susana con un contrabandista? ¿Cómo es que el velero terminó flotando en los fiordos de Noruega? Todas estas preguntas, y muchas otras que van surgiendo poco a poco, se responden a través de una serie de historias engarzadas que nos llevan a revivir la época de la revolución cubana, la España de la postguerra y los sucesos de la Guerra Fría; y en las que el mar es siempre uno de los protagonistas.
No hay duda, Santiago, pero por experiencia te digo que las cunas de oro son a menudo muy frías.
La Corriente del Golfo es una pequeña e interesante novela, escrita por Fernando Cobos Flores, en la que se cuenta la historia del Blues Babe, un pequeño velero que fue testigo de un sinfín de historias que se van entrelazando poco a poco, hasta llevarnos a la muerte de Susana Lutzhoff. Una novela increíblemente fluida, que te atrapa desde la primera página y te sumerge en las aguas del Caribe Mexicano y la vida de las familias Teurel, Lutzhoff y Besser; todo, mientras te llevan a resolver dos grandes misterios.
A veces tenemos que alejarnos de la gente que amamos para no lastimarlos, para no lastimarnos a nosotros mismos, señor Fernando.
Debo confesar que no tengo idea de cómo es que La Corriente del Golfo llegó a mi Kindle, probablemente la compré por error o impulso; pero, por el nombre y por la sinopsis no tenía ganas de leer esta novela de Fernando Cobos Flores. Sin embargo, una noche de insomnio decidí empezar a leer el libro… y no me ayudó a dormir. ¿Por qué? Esa misma noche había leído una tercera parte de la novela pues me había quedado increíblemente picado con la historia; terminé de leerlo al día siguiente, porque necesitaba saber cómo terminaba. Y, por cierto, el final es bastante inesperado.
…don Lugo le daba una palmada afectuosa, y le recordaba «quien no lee, corre el riesgo de volverse un bruto, y los brutos casi siempre se quedan pobres».
La Corriente del Golfo, de Fernando Cobos Flores, es una de esas novelas que te harán olvidarte de todo, mientras te zambulles en las costas de México, Cuba, España y Nueva Orleans. Es una de esas sorpresas literarias que terminan apasionándote y llevándote a viajar sin salir de casa.