Lo primero que les pido es que vean la portada del libro y después vean la imagen que pongo debajo de este párrafo. Si no hubiera por esos niños entrometidos y su estúpido perro, así es, yo sé que lo estás pensando. Este libro retoma una vieja fórmula pero totalmente reconocible, de un grupo de adolescentes detectives que resuelven misterios con ayuda de su weinmaraner.
Es 1990 y el club de detectives adolescente antes conocido como el Blyton Summer Detective Club ya ha crecido y no se han visto desde su terrible y final caso en 1977. Andy, ahora con 25 años, está a la fuga y es buscada al menos en dos estados. Kerri, niña genio y en algún punto bióloga, es mesera en Nueva York y tiene un serio problema de alcoholismo. Al menos tiene a Tim, descendiente directo de su compañero Wenmaraner. Nate, nerd de temas de horror ha pasado los últimos 13 años entrando y saliendo de instituciones mentales y actualmente reside en el asilo Arkham en Massachusetts. El único amigo que ve es Peter, el guapo del grupo que se convirtió en estrella de cine. El único problema es que Peter lleva años muerto. Les ha llegado la hora de volver a Blyton y resolver de una vez por todas lo que realmente pasó en su último caso, porque si de algo están seguros es que en esa ocasión el villano no era humano.
¿Qué puedo decir de este libro? Es genial, algo así como Scooby Doo vs mitos de Lovecraft, el autor toma con facilidad todos los temas que hacen grandiosos estos dos clásicos y los combina con una gran imaginación. La narración es detallista y combina diferentes estilos, desde un guión cinematográfico hasta romper la cuarta pared con un cinismo que resulta perfecto, la historia resulta original a pesar de que usa todos los clichés habidos y por haber, pero todo el tiempo sabes que lo hace a propósito.
Este es un imperdible para todos los fans del horror, de Lovecraft o de Scooby Doo.