¿Notan que me inclino últimamente hacía la ciencia ficción? Y en especial, hacía la ciencia ficción dura. Tau Zero es un gran ejemplo de ciencia ficción dura, aventando un montón de teorías de relatividad que cuando se escribió estaban muy al día, algunas han envejecido bien otras no tanto. Este libro lo encontré entre los más importantes de la ciencia ficción dura.
Un viaje interestelar de diez años a bordo de Leonora para llegar a colonizar un planeta viable. Mientras el viaje transcurre a la velocidad de la luz, el tiempo transcurrirá a mayor velocidad en la Tierra. Para el momento en que su viaje termine y ellos regresen a la Tierra, todas las personas que alguna vez conocieron habrán muerto.
Un accidente al atravesar una nébula no programada los dejará sin la posibilidad de desacelerar mientras el tiempo afuera pasa a mayor velocidad, tau zero.
El primer atractivo de Tau Zero está en la ciencia que lo respalda/o respaldaba, en el concepto de “The Twin Paradox” que he aprendido aquí, la explicación de cómo funciona Tau Zero, todos los detalles que hacen a la nave Leonora especial. Sin embargo, el atractivo real de la historia aparece cuando la tripulación se debe enfrentar a la tragedia, a un final inminente, aunque no sea el de ellos. Mientras ellos aceleran y el tiempo pasa a mayor velocidad a su alrededor, las relaciones en la nave se comienzan a complicar, es complicado continuar cuando se sabe que todo se acabó.
¿Qué pasa cuando metes a un grupo de científicos en una nave espacial para colonizar un nuevo planeta pero no todo sale de acuerdo a lo planeado? Relaciones complicadas y aceptación de la tragedia, un clásico de ciencia ficción que debe estar en la lista por leer o leídos de todos los amantes de los viajes en el espacio.
