El nombre es lo primero que me llamó la atención en este libro ¿Aliens?¿Helado? ¡Invítenme! Mi amor por la ciencia ficción se pone pesado y muy serio en algunas ocasiones, o si no solo lean mis reseñas anteriores, así que en ocasiones lo único que quieres es relajarte, echarte para atrás en una cama en la playa y leer algo que se asemeje a palomitas de maíz, eso es Aliens and Ice Cream y fue muy bienvenido.
Es domingo y es hora del BBQ en un vecindario de estados unidos, todos viven con sus problemas normales ¿quién se acostó con quién? ¿La chica que me gusta aceptará salir conmigo? ¿Ganaré la carrera de atletismo de la escuela? Todo estos problemas pasan a segundo término cuando el cielo se abre y miles de naves no identificadas de color negro y con forma de huevo atacan a todas las personas, matando a todas las personas que se encuentren en los exteriores, lo curioso es, que no atacan a nadie que se encuentre dentro de una casa, o un techo o algo que se le asemeje.
La historia se centra en dos familias y unas cuantas personas cercanas, los drones/extraterrestres matan a todos con sus rashos láser y los sobrevivientes se resguardan dónde pueden, en las casas, casas del árbol y los extraterrestres no los atacan ahí, pero siguen ahí afuera, esperando ¿cuánto tiempo podrán sobrevivir con los recursos que tienen disponibles?
Este libro es muy tonto, pero extremadamente divertido, tiene un poco de gore, y los personajes aunque un poco exagerados, nadie es demasiado forzado, si un poco clichés pero al menos no llegan al punto de que los odias, al menos al único que odias es porque el autor quiere que lo hagas, he incluso el autor hace un gran esfuerzo por hacer parecer realista todo el libro.
Estoy totalmente dispuesto a seguir leyendo si es que hace una segunda parte, no sé si recomendarlo para los amantes de la ciencia ficción, porque es vago, si no es que fantástico y no hay demasiadas explicaciones, pero si te gustan los aliens y la diversión, este es el libro para ti.