Muchas veces cuando hablamos de ciencia ficción pensamos en Star Wars si quieres ser muy pop o Blade Runner si te quieres ver muy cyberpunk, mi amor por la ciencia ficción es inmenso, pero mentiría si dijera que no me he sentido desconcertado por la innumerable cantidad de subgéneros que existen, pero para resumir y para facilitar esta nota, según el tipo de enfoque se puede dividir en dos: soft science fiction y hard science fiction; el primero no se enfoca en los detalles de como funciona la tecnología y más bien se enfoca en los personajes mientras que el segundo da un elaborado detalle de como se supone que la tecnología debe funcionar, haciendo que todo lo especulativo de la ciencia ficción, parezca más creíble. A partir de ahí se desprenden todos los subgéneros de ciencia ficción que conocemos y que van más enfocados en la temática: apocaliptico, biopunk, cyberpunk, military, space colonization, space opera, social science fiction.
Ted Chiang es un gran precursor del hard science fiction, y en su colección de cuentos de Historia de tu vida y otros nos lleva por grandes pasajes, desde los que pueden ser considerados como fantasía: El infierno es la ausencia de Dios y Torre de Babilonia donde juega con los preceptos que tenemos de religión, el primero en el que la aparición de ángeles son algo parecido a desastres naturales y hay quienes se dedican a cazarlos cuál tornados para atisbar un poco de la luz celestial que les deje pasar directamente al cielo; en Torre de Babilonia nuestros protagonistas intentan construir una torre que los lleve al paraíso solo para llevarse una sorpresa.
Pero quién se lleva el libro sin duda es Historia de tu vida (titulo del libro e historia en la que está basada la película Arrival) en la que se consigue a una doctora en lingüistica para establecer contacto con extraterrestres que han llegado a varias ciudades de la tierra, en un esfuerzo por entender como funciona el lenguaje de estos asombrosos seres, la doctora descubrirá más de toda su vida de lo que pudo haber imaginado.
La narración de Ted no es nada tediosa e incluso cuando está explicando con formulas y nombres más técnicos no se siente forzado, amé la explicación del teorema de Fermat.
Sin duda un libro excelente para los amantes de la ciencia ficción y a pesar de lo que se dice, me parece un libro genial para la gente que casi no lee ciencia ficción, muy recomendado.