Ciencia ficción y fantasía en mi vida
La más grande razón por la que leo fantasía y ciencia ficción es para salir de la rutina de este mundo, ser parte de aventuras imposibles y conocer personajes improbables, son tantos los subgéneros y nuevas olas de estilos y autores que es difícil aburrirse, pero en ocasionas las cosas se pueden volver un poco oscuras, los personajes principales mueren y las cosas no salen tan bien cómo lo esperábamos y este ha sido un estilo predominante en los últimos años, no voy a decir que estoy en contra de este estilo pero en ocasiones lo único que buscamos es que las cosas salgan bien, tener unas cuantas risas, un par de problemas sí, pero que eventualmente los personajes principales lo puedan resolver.
¿Ejemplo de esto? La serie de A Song of Ice and Fire de George R R Martin y la serie de Red Rising de Pierce Brown, y cientos más que se han unido a esta forma realista de contar historias.
Pero no todos los libros deben ser tragedia tras tragedia, en ocasiones sólo queremos las aventuras de algunos personajes memorables, más llevadas a cabo por su propio ser, que llevados por una serie de trágicos incidentes.
Del libro y los personajes:
Y eso es A Long Way to a Small Angry Planet, viaja en el Wayfarer, este carguero que se dedica a excavar túneles a través de hoyos negros, ven y conoce a su tripulación inter-especie, en la que Rosemary recientemente se ha integrado para ser la encargada de llevar la administración de la nave, llenar formas y en general administrar el presupuesto de la tripulación, Rosemary está feliz de por fin poder salir de Marte y encontrar un lugar al que pueda llamar hogar, pero más que nada, está feliz de poder dejar su pasado atrás, un pasado que anhela poder olvidar.
¿Qué tiene de especial este libro? Es una historia llevada por los personajes y a pesar de que algunos se roban el estrellato más que otras, está claro que la intención de la autora es que todos tengan la misma importancia: Ashby el capitán de la nave, Sissix la piloto, Dr Chef el doctor y chef de la nave, Kizzy una de los técnicas quién es tremendamente positiva y habla hasta por los codos, Jenks el otro técnico y quién es más corto que la mayoría pero se niega a recibir un implante, Ohan es el “par” quiénes son navegadores, de raza Sianat y quién viaja con el “whisperer”, Corbin dedicado a crecer las algas para el combustible y Lovelace o “Lovey” la inteligencia artificial de la nave y quién tiene una relación muy estrecha con Jenks.
De la historia:
Ashby decide tomar un nuevo trabajo, más complicado y tal vez peligroso, se ha integrado una nueva civilización a CG y se tiene que abrir un nuevo tunel, pero por ser nuevo no hay como llegar a este lugar con el viaje intergaláctico por lo que deben tomar el camino largo, en su camino tendrán algunos problemas, pero al final la idea es poder llegar a este lugar con esta raza peligrosa, con criaturas volatiles, de ahí el nombre del libro: el largo viaje a un pequeño planeta iracundo.
Otra cosa que hace especial a este libro es la interacción entre especies y sin duda la importancia que “no se le da” a cosas cómo el género las relaciones homosexuales o “inter-especies”, criaturas que son “hembras” en cierta edad, “machos” en otra y sin una asignación al terminar su vida, al final la interacción entre todas estas especies puede resultar incómoda en cierto punto pero en general divertida.
Hay muchos mensajes a considerar leyendo este libro, pero sobre todo, personajes memorables y yo sé que los fans de “Firefly” lo apreciarán en gran medida y estarán interesados en leer más de la autora, al menos yo lo estoy y en esta historia llevada por los personajes no esperaría menos que una gran segunda parte.